El mercado inmobiliario se presenta en 2025 como un ámbito en constante transformación, marcado por retos económicos, sociales y medioambientales, y por un contexto de gran incertidumbre global a nivel geopolítico. En España el gran debate gira en torno al acceso a la vivienda, la falta de suelo especialmente en los mercados más tensionados y, entre otros temas, la idoneidad o no de intervenir a nivel legislativo en el mercado. Aquí algunas claves que marcarán el año:
- Incremento en la demanda de vivienda asequible. La escasez de vivienda sigue siendo un problema crucial, especialmente en las grandes ciudades. Las administraciones, en mayor o menor medida según el territorio, y algunos operadores privados están intentando adoptar medidas para fomentar la construcción de viviendas asequibles. De hecho, CBRE apunta que la dificultad de acceso a la misma en España está impulsando un cambio significativo en la demanda hacia el alquiler, lo que presenta grandes oportunidades para el desarrollo de vivienda asequible y atrae la inversión en este segmento.
- Auge del ‘build to rent’. Este modelo, que prioriza la construcción de viviendas destinadas exclusivamente al alquiler, continuará ganando terreno, respondiendo a la creciente demanda de los jóvenes y de aquellos que no pueden permitirse la compra de una vivienda. Tiene especial potencial en aquellos mercados más tensionados y con un gran desajuste entre oferta y demanda.
- Reactivación hipotecaria. La política monetaria del BCE, marcada en los últimos meses por una bajada de tipos, ha permitido abaratar el crédito y ha mejorado la capacidad de endeudamiento de las familias, favoreciendo a su vez el repunte de la concesión de hipotecas sobre vivienda. De hecho, la Unión de Créditos Hipotecarios (UCI) apunta que si la evolución económica se mantiene, este año habrá un crecimiento del 10% de las operaciones de las hipotecarias en 2024 y se superarán las 400.000 hipotecas.
- Fuerte presión sobre los precios. Lejos de estabilizarse el valor de la vivienda, la combinación de alta demanda y oferta limitada seguirá impulsando los precios al alza. Se estima un incremento del 5% en las viviendas en venta y hasta un 10% en los alquileres en las áreas más solicitadas de grandes núcleos de población como Madrid o Barcelona.
- Prioridad a la sostenibilidad. La rehabilitación energética será un factor clave. Tras un 2024 marcado por temperaturas récord, las normativas para reducir emisiones y promover la eficiencia energética serán más estrictas. Ya sólo dentro del segmento de la vivienda, la realidad del parque residencial español es que más del 80% no cumple con las nuevas normas europeas de eficiencia, informa elEconomista.
- Transformación digital. La adopción de tecnologías avanzadas y la digitalización de procesos inmobiliarios, desde la gestión de propiedades hasta las transacciones, redefinirá la experiencia del cliente y mejorará la competitividad del sector.
- Desafíos regulatorios y fiscales. La vivienda se ha consolidado en los últimos meses como la gran preocupación de la ciudadanía, y a nivel regulatorio y fiscal este asunto presenta toda una serie de desafíos, dada la visión contrapuesta del mercado que presenta el Gobierno, la principal fuerza política en la oposición y la propia iniciativa privada.
- Resiliencia del sector frente a crisis económicas. El sector ha experimentado durante los últimos 15 años una gran transformación, ganando en profesionalidad, capacidad de adaptación a los cambios y madurez tras la gran crisis financiera de 2007/2008 y episodios como la Covid-19. Con un entorno macroeconómico incierto y volátil, el mercado inmobiliario tendrá que adaptarse rápidamente a cambios globales, asegurando estabilidad y confianza a largo plazo.
- Disponibilidad y gestión de suelo. La falta de suelo urbanizable sigue siendo un obstáculo para el desarrollo del sector. Según Fotocasa, los promotores apuestan por una mayor disponibilidad de terrenos destinados a la construcción de viviendas y por mejorar la rentabilidad de los proyectos para atraer inversión. La necesidad de agilizar la tramitación y el desarrollo de suelo y los permisos de construcción, como vía para favorecer a medio plazo el aumento de la oferta de vivienda, es uno de los grandes retos.
- Dinámicas de inversión inmobiliaria. La inversión inmobiliaria se mantendrá como una opción atractiva en 2025, especialmente en activos residenciales y logísticos. Según El Periódico de España, la diversificación de carteras y el interés por activos sostenibles serán tendencias predominantes.
El 2025 traerá consigo cambios significativos para el sector inmobiliario. Los actores que logren adaptarse a estas tendencias y retos marcarán la diferencia en un entorno cada vez más competitivo.