El creciente interés inversor en centros de datos en España, particularmente en Madrid y Barcelona,
ha sido impulsado por grandes tecnológicas como Meta, Google, Amazon y Oracle, junto con
empresas de energía como Iberdrola y Endesa, y fondos inmobiliarios como Merlin Properties. Este
auge responde al potencial de crecimiento del mercado ibérico, que también abarca importantes
proyectos en Aragón, Bilbao y Lisboa.
Los centros de datos son infraestructuras críticas que alojan servicios esenciales como aplicaciones
bancarias o de mensajería, y su construcción implica un gran consumo energético, aunque con un
enfoque sostenible y eficiente. A pesar del potencial, España aún está lejos de los grandes hubs
internacionales como Estados Unidos, Londres o París, que cuentan con capacidades
significativamente mayores. No obstante, el país se está posicionando como uno de los mercados
emergentes más atractivos del sur de Europa.
Este crecimiento tiene un fuerte componente inmobiliario, con fondos como Merlin y otros actores que
apuestan por la construcción de grandes instalaciones, preparando a España para convertirse en un
hub estratégico que sirva a Europa, Sudamérica, África y Oriente Medio.
Un claro ejemplo de este auge es la reciente decisión del gigante inversor Blackstone, que en octubre
de 2024 anunció una inversión de 7.500 millones de euros en la construcción de un centro de datos
en Calatorao, Zaragoza. Este proyecto, que posiciona a Aragón como un destino clave en el mapa de
los centros de datos, subraya el interés creciente de los grandes fondos de inversión inmobiliaria por
el mercado español. Este movimiento pone de manifiesto la relevancia de la infraestructura y el
potencial de las regiones más allá de Madrid y Barcelona.
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