La Covid-19 ha cambiado las relacionales laborales tal y como lo conocíamos, y ha favorecido que entendamos la implantación del teletrabajo en muchas empresas. Incluso que se vean oportunidades en el teletrabajo, aunque sean más por conciliación familiar. En el sector inmobiliario se ha abierto un debate derivado del aumento de “espacios vacíos”: ¿cómo serán las oficinas del futuro? Un reciente estudio de la consultora JLL, publicado por Idealista, apunta que la transformación de este tipo de activos se va acelerar durante este año como respuesta al reto de la transición a la nueva normalidad que afrontan todas las compañías.

El informe muestra siete claves principales. En su mayoría claves que atraigan la vuelta a la oficina. La primera es que las oficinas del futuro serán híbridas. Y es que uno de cada dos trabajadores quiere optar por un modelo de trabajo híbrido, lo que supondría una media de 2,4 días de teletrabajo a distancia. Las compañías tienen el reto de adaptar sus espacios para lograr una mayor resiliencia al futuro.
A su vez, se prevé que los espacios de trabajo sean más humanizados. Pese a que el modelo híbrido va a ganar presencia en el mercado, la oficina sigue siendo el lugar preferido para las tareas de cooperación, gestión, formación e incluso socialización. El espacio se considera, por tanto, un facilitador del rendimiento.
Tras la pandemia, la salud y el bienestar de los empleados tiene más importancia si cabe en cualquier decisión corporativa, también en la inversión en las oficinas de las empresas. El estudio afirma que el 58% de los empleados prioriza trabajar en empresas que garanticen su bienestar físico y mental.
La transformación digital se ha acelerado durante la pandemia y las oficinas del futuro tendrán que contar con un ecosistema digital dinámico e interconectado de aplicaciones y recursos, que faciliten los flujos de trabajo.
En quinto lugar, ya aparecen criterios de eficiencia. Digamos que las oficinas tendrán que ser sostenibles y jugarán un papel fundamental para alcanzar los objetivos de cero emisiones netas de carbono. La sostenibilidad lo está impregnando todo y también marcará las estrategias inmobiliarias de las empresas con carácter general.
De igual forma, la búsqueda de un modelo urbano más sostenible y resistente tendrá como resultado el cambio de la lógica espacial de las ciudades. No perdamos de vista que cumpliendo el Código Técnico de la Edificación en ventanas solo cumplimos la ley. Llegar más allá en la minoración de las necesidades energéticas disminuye el gasto. Esas inversiones están marcando la selección del espacio a alquilar: ¿Cuál es el coste energético de la oficina?. La baja necesidad de climatización en verano posiciona provincias como Soria, Teruel o Granada como las que menos energía necesitan para sus oficinas.
El espacio de trabajo tendrá que ser flexible. El estudio muestra que el 33% de los directores inmobiliarios de empresas prevén que el uso de espacios de coworking aumentará después de la Covid-19, junto con la innovación en este tipo de producto. Además, el proceso de transformación actual requerirá ser adaptable, ágil y responsable. Una forma de abaratar las necesidades de espacios de trabajo.
Finalmente, las nuevas métricas y conocimientos serán la base para mejorar las carteras de inmuebles con el seguimiento de los datos para racionalizar el futuro del trabajo. En los próximos tres años, el 70% de las métricas no serán las tradicionales, sino que se centrarán en el rendimiento humano, la cartera y los bienes inmuebles eficientes y responsables.
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