El municipio de San Esteban de Gormaz (Soria) acogió a mediados de septiembre la jornada La Vivienda Rural. La palanca decisiva para la repoblación. Un evento organizado por la Asociación Tierras Sorianas del Cid que contó con la colaboración de Trebia Inmobiliaria Ética, entre otras entidades. ¿Puede el sector inmobiliario convertirse en un vector para repoblar zonas con baja densidad de habitantes?
Tal y como se abordó en la jornada, y se puede leer en el estudio que se ha elaborado, hay cinco aspectos que, en general, dificultan que la vivienda sea un elemento clave a la hora de contribuir a fijar / atraer población en la España despoblada: 1) elevados porcentajes de vivienda secundaria y vacía; 2) gran número de vivienda en ruina; 3) mal estado de las edificaciones con altos índices de vivienda deteriorada o en precarias condiciones de habitabilidad; 4) desequilibrio entre la demanda y la oferta de vivienda en alquiler; y 5) precios de mercado elevados en compraventa y en alquiler.
A ellos, se suman varias inercias negativas, como la falta de mano de obra especializada y de relevo generacional en el sector de la construcción; municipios sin planeamiento y con personal técnico insuficiente; dificultad de acceso a la información sobre proyectos pioneros o en marcha o sobre oportunidades específicas en el territorio (banco de viviendas, suelos, etc.); y dificultad de acceso a subvenciones específicas para la rehabilitación (tanto de ayuntamientos como particulares).
Sin embargo, también hay una serie de oportunidades y potencialidades encima de la mesa que pueden ser explotadas. Por un lado, distintos sectores empresariales con actividad en estos territorios demandan empleos (personal fijo, discontinuo y eventual) que a su vez necesitan vivienda. Y por otro, existe un gran parque de activos inmobiliarios sin uso o inmovilizados que a través de políticas de rehabilitación y activación podrían actuar de palanca de proyectos pioneros de innovación sostenible (tanto energética como social), así como pilotajes de nuevas formas de convivencia y de tenencia (fórmulas de acceso a suelos, vivienda, etc.).
De hecho, el estudio detecta al menos dos oportunidades que pueden funcionar como posibles motores de activación del mercado de la vivienda. La primera es la creciente demanda de vivienda de personas que quieren abandonar las áreas urbanas y establecerse en el medio rural para emprender un proyecto de vida. Y la segunda es la puesta en marcha del Plan de recuperación, transformación y resiliencia, en el que se van a invertir 6.820 millones de euros para mejorar la eficiencia energética de los edificios y las viviendas. Esta partida de los fondos europeos se va a dividir entre la vivienda social, la restauración de entornos residenciales, edificios públicos y proyectos en localidades de menos de 5.000 habitantes.
¿Es posible entonces situar al inmobiliario como vector de la repoblación? El estudio apunta que sí, y concluye con una propuesta de proyecto piloto a desarrollar en la zona de Tierras Sorianas del Cid: constituir una empresa supermunicipal de vivienda, que promueva todo tipo de acciones en materia de vivienda y regeneración urbana en esta zona, siguiendo para ello experiencias y casos de éxito nacionales e internacionales.
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