Llevamos ya más de un año desarrollando la parte digital del modelo trebia+ (atención, “la nuestra”, para nuestros activos concretos) y disfrutando de un modelo de transparencia que se traduce en una buena experiencia de empleado. Ya disponemos de la primera versión de la APP trebia+ y estamos en todas las redes sociales a través de los empleados – voluntarios y clientes. También nuestra pequeña cartera de activos recibe más de 1000 visitas mensuales, y ya concertamos labor comercial a partir de los contactos digitales vía nuestros portales en internet y redes sociales digitales en un porcentaje creciente mes a mes.
Las herramientas digitales son imprescindibles para la actividad inmobiliaria tradicional. En contra de lo que proclaman algunos, la digitalización de la actividad inmobiliaria no amenaza la manera tradicional de acceder a un inmueble. Los currantes (o curritos) somos los que vamos a iniciar y a finalizar la operación inmobiliaria. Cualquier desarrollo digital inmobiliario “novedoso” y reciente incluye trabajo off line, que parece que vaya a realizarse solo.

¿Cómo va a ser el uso de las herramientas digitales en el territorio inmobiliario tradicional? Podemos citar algunos usos. La definición del precio del producto (bases de datos para identificar un precio de mercado casi exacto, lo que dará inmediatez a la transacción) y una adecuada exposición (no solo buenas fotografías o la geolocalización, también realidad aumentada, para mostrar ya la nave llena de actividad, por ejemplo). O las bases de datos de interesados y de “interesables” (los que identifican oportunidades, que hasta ese momento no se habían planteado).
La capacidad de contactar a través de redes sociales o grupos de interés con personas y empresas que de otra forma serían o inaccesibles o requerirían mucho esfuerzo y tiempo. Una interactuación en todas las direcciones. Destacamos a los que han obtenido una “experiencia de cliente positiva”, los prescriptores. A todo lo anterior, y a lo que falta, sumemos herramientas de gestión que faciliten las mejores decisiones en un tiempo mínimo y realicemos toda la interacción en soporte digital (consultas, documentos, etc.), nada de papel, poco teléfono y más “whatsapp”.
Todo esto nos llevará al apretón de manos final en notaría y a la prescripción posterior. Poner al interesado(1) en el centro de una actividad inmobiliaria digitalizada permite “casi cero” tiempo administrativo y más tiempo para disfrutar de una experiencia de trabajo productiva y agradable (orgullo de pertenencia, participar de las decisiones, pensar, formarse, interactuar, … ). Lo dicho, los currantes (o curritos) de trebia+ pensamos ya en digital e interactuamos en digital y cosecharemos más éxitos con nuestro modelo. Esto sí va a ser una parte determinante en “el quedarse atrás” o no de los profesionales de las actividades inmobiliarias.
(1) Un interesado es tanto el que ofrece su producto como el que lo demanda o el que todavía no sabía que lo iba a demandar.
Por Javier Gracia Bernal
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